La vida es un carrusel que gira y gira. Donde
hoy estás, ellos ya estuvieron, y algún día estarás donde están hoy. Que una
cana y dos arrugas no hagan de ti un ser amargado, todo lo contrario,
mírate al espejo y di: “Gracias Dios mío, por permitirme abrir los ojos ante tu
creación”. Cuidemos a nuestros
ancianos, no los hagas sentir como un mueble inservible y pasado de moda. No
olvides que la juventud, se va para no volver, por eso, aplaude las canas y
brinda por cada arruga, porque son tu juventud acumulada.
jueves, 24 de enero de 2013
Una arruga, un poquito mas viejos...
A veces nos preocupamos demasiado por las cosas. No nos damos cuenta de que tal vez no tengamos que ser tan exagerados con todo, ni darle mayor importancia que tiene. Ningún problema es lo suficientemente importante como para borrar una sonrisa, pero a menudo nos pasa. Cuanta más experiencia adquirimos, más aprendemos, como si subiéramos a una alta montaña: a menudo nuestras fuerzas flaquean, pero finalmente las vistas que se nos ofrecen eclipsan todo nuestro sufrimiento, la satisfacción de coronar tu propia obra. ¿Qué es la vejez sino la recompensa de la vida? La reflexión sobre los años pasados, cumplir un año más, ir sumando, ¡qué más da! Si es cuando ya somos mayores cuando decimos: ¡nunca me he sentido tan joven! Aprendemos a apreciar lo que hemos perdido, a valorarlo de verdad, y a amar más las cosas, nos llega esa ternura que sólo conocemos de nuestros abuelos, con su apoyo, sus consejos y su presencia, que tanto nos han ayudado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario