sábado, 19 de mayo de 2012

A todas las niñas estúpidas que se disfrazan para follarse a raperos. Morid.

Me gustaría escribir algo. Algo profundo, que llegase al corazón, algo por lo que mereciese la pena prestar atención. Me he levantado en mitad de la noche y he encendido un cigarrillo para cargar más el aire viciado de mi dormitorio. Está bien, abriré una ventana.... Mucho mejor. Aún así, el viento no va a aclarar mis dudas. ¿Qué es lo que tengo que hacer? ¿Qué tiene ella que no tenga yo? Son tópicos, exacto, pero verdades como puños al fin y al cabo. ¿Tengo que cortarme el pelo a trasquilones y teñírmelo de colorines para demostrar que soy "diferente" y que los demás digan "Ohhhh" y "Ahhhh" y "¡Cuánta personalidad tienes!"? NO. No, no y no. Las personas no demuestran ser mejores porque llamen la atención. La personalidad se encuentra en el interior, no en el aspecto. Hay personas que sí que poseen esa personalidad aplastante e irrevocable, y la exteriorizan, pero otras simplemente carecen de ella y copian el aspecto de las primeras aspirando a, de alguna forma, ser como ellas, sin darse cuenta de que lo están haciendo todo completamente al revés. El aspecto no otorga una forma de ser determinada, la forma de ser condiciona tu aspecto sin que te des cuenta. Si de verdad te gusta dilatarte las orejas o raparte al cero la cabeza, hazlo, pero porque verdaderamente te agrada, no por marcar "diferencia" ni por "ser rebelde". Si en cambio lo que te gusta es vestirte con faldas largas o abrigos de lana, entonces adelante. No criticaré el aspecto de nadie cuando ese alguien lo lleve por complacerse a sí mismo y no a los demás. Cuando encuentre una persona que de verdad se comporte según sus propios ideales y no se deje influenciar por la sociedad, se ganará mi más sincera admiración y respeto.

jueves, 17 de mayo de 2012

LUCHA.

Voy a decirte algo que tú ya sabes, el mundo no es todo alegría y color. Es un lugar terrible y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si tu no se lo impides. Ni tú, ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas. Hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana. Si tú sabes lo que vales ve y consigue lo que mereces, pero tendrás que soportar los golpes. Y no podrás estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él, de ella ni de nadie, eso lo hacen los cobardes y tú no lo eres. Tú eres capaz de todo.

Cada uno de nuestros deseos se compara al precio de nuestras almas.

En aquel amanecer entendí que volvía a necesitar a todo el mundo, incluso al Señor, si es que existía, o a quien fuera que escuchara mi plegaria. Comencé desde el principio,  como si retomara un discurso iniciado mucho tiempo atrás, justificando mi alejamiento y pidiendo perdón.
Perdóname, sé que desaparecí de repente, sin ningún motivo y, sobre todo, sin avisarte. - Me pareció oír respuestas, como si mi silencioso monólogo se convirtiera en un diálogo, como si una persona generosa y buena me entendiera, me comprendiera y, de alguna forma, me justificara-. Sé que es de cobardes presentarse aquí sólo porque esta noche me haya pasado esto... -Levanté los ojos y miré hacia el fondo, encima del altar, al Cristo pintado. Parecía que me estuviera mirando-. Te lo ruego, ayúdame, no sé a quién más dirigirme. En ese momento miles de personas te estarán pidiendo algo, pero por favor, ocúpate sólo de mí. Estoy dispuesta a todo -Y de repente, empezó a sonar un a música lenta, las nota de un Avemaría. El sonido continuó, era bajo y apenas perceptible y, sin embargo, me pareció una señal incuestionable. Cerré los ojos y me entraron ganas de llorar, pero comprendí que mi oferta no podía a ser otra. Así que la formulé, apenas la murmuré en mi mente, pero con el tono firme y comprometido de quien está dispuesta a darlo todo por su causa.
No supe añadir nada más. Me parecía la renuncia más grave que podía ofrecer. Con una súbita calma, me levanté del reclinatorio. La anciana monja ya no estaba e incluso la música había cesado.


domingo, 13 de mayo de 2012

Que te vaya bonito.

¿Por qué todo empieza y acaba con tanta facilidad? ¿Por qué no hay ganas de construir, de seguir adelante, de renunciar, de ser fuertes? ¿Por qué no se prefiere lo bonito, el amor limpio, el amor honesto...? ¿Por qué? ¿Tú también eres así? ¿Tú crees que estás hablando de amor? No hay ni una pizca de amor en lo que estás diciendo. Si dices que me quieres es por pura rutina. Siempre haces que me sienta culpable por algo. Siempre eres la víctima y haces que todo el mundo se compadezca de ti con tus putas caras largas y tus lloriqueos, mientras que yo tengo que aguantar toda esta mierda que se me ha venido encima y seguir adelante. Se suponía que ibas a estar en lo bueno y en lo malo. Pues suponíamos mal. Duele ver como una persona que se supone que es la más importante en tu vida pasa de ti e incluso intenta llamar la atención de los demás cuando tú estás sufriendo. ¿Pues sabes qué? Por una vez voy a ser yo la sórdida, ya egoísta y a la que le importe un verdadero bledo cómo te sientas, como haces tú conmigo. ¿Y sabes qué más? ¡Que a tomar por culo!

sábado, 12 de mayo de 2012

Como una cigarra en la noche.

Hoy es un buen día, hace sol, pero no demasiado, un calor que te golpea la cara como diciéndote "¡Despierta, ha llegado el verano!" Pero en vez de ir a dar una vuelta con mis buenos amigos a tomar el sol en el césped cual lagartija o tirarme por las colinas con ellos haciendo la croqueta, me he tenido que quedar estudiando. Suena triste, pero al menos tendré este día multiplicado por... Mmmm... 90 Dentro de un mes, porque el verano es laaaaaaaaaargo... Así que por la noche, antes de cenar, he subido a la azotea con mi guitarra, llamadme rara, y me he puesto a tocar esta canción y a pensar un poquito en todo lo que está pasando últimamente... He respirado este aire que huele a sol, a playa y a hacer el vago, y he pensado que, al fin y al cabo, no puede ser todo tan malo, ¿no?


Tanto amor y ahora tanto limón en la herida.

Miro a mi alrededor y veo tu asiento vacío en clase, y me da por recordar... Empiezo a recordar porque últimamente soy hípersensible, aunque sólo por dentro, porque por fuera todo me repugna. Recuerdo a ese amigo fiel con el que he pasado todas esas tonterías y todas esas risas, con el que de pequeña jugaba en el recreo y que se hurgaba el dedo en la nariz, el pequeñajo que siempre me desesperaba porque era un bromista sin remedio... Han pasado ya diez años desde esos momentos, pero todo ha seguido igual que antes, este año más que nunca, las gilipolleces en clase, los comentarios absurdos, estar contándome tu vida durante una hora y cuando me pongo a gritar sorprendida decirme que me calle, que soy una ruidosa, y reírnos... Eres la persona más bondadosa de este mundo, eres alguien de quien todos debíamos aprender, eres precioso tanto por fuera como por dentro, eres esa clase de persona de la que te sientes orgulloso de tener al lado y poder decir "Eh, que es mi amigo", y pensar que esto va a durar muuuuucho tiempo.
Y ahora ¿qué?
Ahora, en dos meses, todo se ha ido a la mierda. Me levanto por la mañana, me siento a desayunar, las preguntas se disipan en el aire, los signos de puntuación se disuelven el el café... Todo son preguntas y más preguntas, rabia y decepción por no poder ayudarte, por no poder hablar contigo, por no saber cómo estás y por pensar que tal vez no voy a volver a verte... ¿Por qué estamos toda la vida tomando decisiones si al final la de una persona puede condicionar las nuestras? Y aquí sigo yo, con los hombros mojados de lágrimas de la gente que se ha apoyado en mí para llorar, porque las mías las he derramado sola y en silencio.Tú deberías estar sentado en ese asiento vacío, tú, porque te lo mereces... Más bien lo que no te mereces es lo que te ha pasado. No hay solución, no hay vuelta atrás, tan sólo podemos cerrar los ojos y contar los días que nos quedan, apretar los dientes y seguir hacia delante, perseguir nuestros sueños, es lo único que nos queda.Te echo de menos, joder, te hecho de menos en clase, en el gimnasio, echo de menos que me tomes el pelo y que te rías siempre, que nos alegres los días a mí y a todo el mundo con la energía que transmites. Eres la persona más fuerte del mundo y yo a tu lado soy una tortuguita débil y sin fuerzas, pero tengo las suficientes para quererte y sacarte adelante.